miércoles, 30 de mayo de 2012

EL IBI DE LA IGLESIA

Con toda esta movida de reducir el déficit, algunos han puesto sobre el tapete la necesidad de que la iglesia católica pague los impuestos correspondientes a sus posesiones. Por lo visto no paga el IBI. Parece justo que lo pague, pero yo creo que la cuestión ha sido erróneamente formulada. El problema es que hay muchas instituciones que no lo pagan, entre ellas la iglesia católica. El hecho de pagar los impuestos es un acto de solidaridad colectivo y si hay exenciones lo presentamos como una carga onerosa.
Nadie debe quedar exento de pagar los tributos debidos.

lunes, 28 de mayo de 2012

DE SAQUEOS Y BARBAS

No se me ocurre poner en duda lo que dice el actual partido en el poder acerca del saqueo que el gobierno anterior hizo de las arcas del estado. Ya no pongo la mano en el fuego por nadie; menos cuando la gente tiene cara de tonto o de sinvergüenza porque la cara, dicen, es el espejo del alma. Cuando en la gobernanza de don Felipe González surgió el caso ROLDAN, uno de mis hermanos me comentó que es que no se podían dar responsabilidades públicas a gente con barba. Me dijo “Fíjate la cara de sinvergüenza y de tonto que se le ve ahora que se ha afeitado”.

viernes, 25 de mayo de 2012

GOBERNAR NO ES FÁCIL

Seguramente todos pecamos de sectarios a nuestro modo. Muchas veces queremos dar recetas absolutas para solucionar problemas con enunciados cambiantes. La agria controversia económica existente acerca del nivel de intervención del estado en los asuntos económicos puede ser un buen ejemplo de ello.
Hay unos, los de la escuela de Chicago, que propugnan que el papel del estado debe ser el mínimo imprescindible para garantizar una convivencia respetuosa y solventar posibles litigios.
Hay otros, keynesianos, que abogan porque el estado juegue un papel importante en la economía.
Seguramente, como en casi todo, ambas partes tengan un punto de razón y que sólo sea cuestión de saber cuando actuar de una o de otra manera.

jueves, 24 de mayo de 2012

DINERO PARA LOS BANCOS

¿Por qué hay que dar dinero público a los bancos privados?

Si quiebra un banco ocurre que:

-         Los accionistas pierden el valor de sus acciones.
-         Los que tienen dinero depositado en el banco recuperan lo que esté previsto por la ley.
-         Los que tienen deudas con el banco siguen teniéndolas con otras instancias.
-         Los acreedores actúan como en el caso de cualquier otra empresa que quiebre.

O sea, la gente con mucho dinero pierde, los ahorradores modestos, no pierden.

jueves, 17 de mayo de 2012

MONTORO, ALMA CONSERVADORA


Ya no me sorprende el desprecio de los sectores más conservadores españoles por todo cuanto de excelencia puede haber fuera de nuestras fronteras. Pensándolo más detenidamente creo que quizás esto no ocurra solamente en España. Este fenómeno es propio de la mente conservadora y las fronteras son puramente virtuales, esencialmente ideológicas.
Por poner sólo unos pocos ejemplos.

OJO AL PARCHE RAJOY, GUINDOS, MONTORO Y DEMÁS

Ha habido, por lo que cuentan, un alcalde de una antigua ciudad de Tenerife, Garachico, que se ha auto-rebajado su salario a la cuantía del salario mínimo interprofesional. Esa persona admirable tiene toda la autoridad moral para exigir a sus colaboradores y a sus conciudadanos toda clase de sacrificios civiles para conllevar mejor la esta crisis que unos cuantos desalmados nos han echado encima y que esos mismos desalmados se encargan de hacer como que nos quieren sacar de ella.
Si los gobernantes nacionales, autonómicos, provinciales y municipales hicieran lo mismo dispondrían de todo el crédito moral necesario para exigir lo que están exigiendo. Sería para todo el conjunto da la ciudadanía el mejor estímulo.  

domingo, 13 de mayo de 2012

LA OBRA DE ARTE

Una mujer que amo ha querido conocer mi parecer en relación con una misteriosa cuestión. Las mujeres son siempre un misterio. ¿Que es más importante en una obra de arte, su elaboración o su resultado final?
Nunca me había yo planteado ese tema. No creo que tenga una respuesta unívoca.
En primer lugar hay que considerar la importancia para las personas ajenas al artista; para éstas parece obvio que lo más importante es el resultado, la obra de arte finalizada.
Sin embargo, si nos referimos al artista, me inclino a pensar que le importa más la elaboración que el resultado.
La obra de arte proporciona al artista alimento para su ego, se siente admirado y eso lo llena de orgullo. Le proporciona quizás también la posibilidad de vivir de una actividad que le satisface, lo cual es un don del cielo. Si, la obra de arte es muy importante para su autor.

sábado, 12 de mayo de 2012

ESFUERZO FISCAL

Los que nos sentimos seguidores de Jesús el Nazareno echamos mano de sus palabras siempre que recordamos algo de sus enseñanzas que resulte pertinente.

En el caso que quiero tratar hoy encontramos, en Lucas 21, 1-4, lo siguiente:

En aquel tiempo, alzando Jesús la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.





viernes, 11 de mayo de 2012

UN CUENTO SUFI DEL SIGLO XXI

El avión de pasajeros se encontró metido en medio de una gran tormenta. Las azafatas informaron que todo el mundo debería abrocharse los cinturones de seguridad. La aeronave parecía apenas una pluma en un remolino de viento. La gente estaba asustada y cundió el pánico cuando don Mariano Pinocho comenzó a propalar que el piloto no tenía ni idea de cómo sacarlos de aquella situación. Decía que todo lo estaba haciendo al revés y que si las cosas se hicieran como Dios manda y con sentido común el avión se salvaría de estrellarse contra el suelo.
Tan asustados estaban los pasajeros que forzaron al piloto a abandonar los mandos y se confiaron en manos de don Mariano a pesar de no haber mostrado titulación alguna que confirmara su destreza para evitar la catástrofe.
Tan fuerte fue, poco después, el impacto contra el suelo que los restos del avión, de su tripulación y de sus pasajeros se encontraron diseminados en un extenso radio de diez kilómetros.

MENTIROSO Y QUEJICA

Así no es raro que los mercados no confíen en el gobierno de España. Lo que no se es como hay alguien tan ingenuo o tan corto que pueda seguir confiando. Como les gusta decir a los que lo dicen “MENUDA TROPA”.

El 9 de Noviembre de 2011, Mariano Pinocho Rajoy prometía que, si tras las elecciones del 20 de noviembre llega a La Moncloa, no se quejará de la "herencia" que reciba del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. "Si los españoles quieren que yo gobierne es que para que resuelva problemas y no para que se los cuente”
Entrevista con la directora de los Servicios Informativos de Antena 3, Gloria Lomana.


En el debate de su investidura Mariano Pinocho Rajoy  fue más solemne: “En la política no existe la herencia a beneficio de inventario. Sabíamos -y sabemos- lo que nos espera y sabíamos -y sabemos- que se nos juzgará por lo que consigamos y no por lo que intentemos o por cómo nos hayamos encontrado las cosas. No hay ninguna voluntad de mirar atrás ni de pedir a nadie responsabilidades, que ya han sido sustanciadas por las urnas hace un mes”.



viernes, 4 de mayo de 2012

QUE TE DIGO QUE HAY DINERO, MARIANO

Convendría aclarar un poco las cosas.
para empezar, todos estamos de acuerdos en que hay que impedir la malversación, el despilfarro y la corrupción. Dicho esto, vamos al grano.
El Estado, la Nación como estado, no es ni rica ni pobre, es estado funciona en cada año fiscal con lo que impone a sus ciudadanos que contribuyan a los gastos que prevé para ese ejercicio fiscal.
De vez en cuando, quizás se vea obligado el estado a pedir prestado para hacer frente a algún evento desgraciado: guerra, desastre natural y cosas por el estilo. Una vez adquirida esa deuda está obligado, cuando menos, a pagar los interese de ese préstamo. Esos intereses hay que tenerlos en cuenta para cada año fiscal como un capítulo más del presupuesto anual. O sea, lo que se debe no es ni más ni menos urgente que las previsiones del estado para atender a la prestación de los servicios que, como estado y de acuerdo con sus leyes constituyentes, tiene la obligación de atender.

FINANCIACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL


El sistema que tenemos para financiar la seguridad social es una auténtica barbaridad. En aras de una supuesta autonomía se penaliza al empresario por contratar y al trabajador por trabajar; ambos han de pagar un tanto más o menos elevado, pero significativo, por cada empleado que haya en una empresa. Con ello, dicen, se constituye un fondo que sirve para pagar, principalmente, las jubilaciones. Pero ello trae consigo algunas cosas no deseables.




Es fácil que empleador y empleado lleguen a un acuerdo para que el trabajo que se realiza y remunera se haga al margen de lo legal, en negro como se dice. Así puede haber parados falsos que cobran además el desempleo y beneficios no declarados que no tributan a la hacienda pública. Ya se que ésto es ilegal y que no se debería hacer. Pero se hace y siempre es malo hacer como si la realidad no existiera. A este modo de actuar lo llamamos economía sumergida y se estima, no se como se estima, en un 25 % del PIB. Seguramente ésto se sabe y se consiente porque quizás sería más caro dedicar recursos del estado a vigilar el estricto cumplimiento de una norma legal como ésta.
Cada vez que digo que esta forma de financiación me parece aberrante, se me dice que de donde se van a sacar los fondos para pagar esas jubilaciones y esas demás prestaciones. La respuesta es simple. Se sacarían, como todos los demás gastos del estado, ejército, policía, sistema judicial, prisiones, etc, del presupuesto nacional. ¿Por qué no?
Si no existiera esa doble penalización legal sobre el empleo no habría razón alguna para que existiera esa figura de “economía sumergida” ni tampoco la de “defraudar a la seguridad social”, porque muchas veces los empleadores retraen de los salarios de sus empleados las cuotas y luego no las ingresan en el Tesoro.
Si no existiera esa doble penalización sería más barato contratar y,  lógicamente, sería un factor para reducir las listas del INEM.
Al gravar los presupuestos generales del estado con la carga de financiar los gastos de la seguridad social se lograrían además efectos benéficos sobre la mentalidad de la sociedad en general.
En primer lugar se acabaría con esa falsa idea que tiene la gente de que sus cotizaciones a la seguridad social es algo parecido a un seguro de pensiones. Se pondría de manifiesto de manera inequívoca que las jubilaciones no nos las pagan con las cotizaciones de nuestra ya pasada vida laboral. Nos la pagan, con sus cotizaciones ahora, los que trabajan ahora; del mismo modo nuestras cotizaciones de antaño, se destinaban a sufragar las jubilaciones de antaño. El que se pueda atender dignamente a los jubilados no depende de lo que ellos hayan cotizado sino del nivel de empleo que haya. Ha habido gobiernos que se han enorgullecido del superavit de los fondos de la seguridad social. No se de que se sintieron tan orgullosos cuando lo único que hacían era detraer recursos financieros a la sociedad con unos ahorros que no repercutían en las posibilidades de inversión.
En segundo lugar el conjunto empresarial cobraría conciencia de que los muy temidos impuestos que se les exige para contribuir al sostenimiento del estado y de su paz social podrían estar ligados muy estrechamente a las tasas de paro; serían mayores los impuestos cuando más altos fueran los niveles de paro.
Me parecen razones suficientes para cambiar el modelo de financiación de la seguridad social. La seguridad social hay que considerarla como un gasto más del estado.





jueves, 3 de mayo de 2012

ESTADO DEL BIENESTAR PARA UNOS CUANTOS

Hoy he oído a nuestro presidente del gobierno defender con ahínco el “ESTADO DEL BIENESTAR”. Estamos en 2012 y, por lo tanto, me refiero al don Mariano Rajoy, no se vayan a pensar que hablo de don José Luis Rodríguez, que éste ya ni pincha ni corta.
Confieso que me ha dejado perplejo su encendida defensa de algo que se está cargando a toda prisa, a mí por lo menos me lo parece. Claro que, si cuando uno se cruza con un gallego en una escalera siempre le queda la duda acerca de si el gallego sube o baja, nunca se sabe lo que habrá querido dar a entender con esas palabras.
Luego de pensarlo un rato he llegado a la conclusión de que creo haberlo entendido. Claro que es un defensor acérrimo del estado del bienestar
Pero sólo para unos cuantos.  Para el resto no hay dinero, ya veremos que podemos hacer si nos toca el euromillón.