miércoles, 6 de enero de 2016

DIPUTADOS MARIONETAS, TRISTES TITERES

El bloqueo a la hora de formar gobierno a nivel del estado español, también en la comunidad autónoma de Cataluña, pone de manifiesto lo que, para mi, es la mayor gangrena de nuestro sistema democrático: nuestros representantes no nos representan; no tienen criterio propio ni se creen la obligación que tienen de dar respuesta a las inquietudes de los ciudadanos. No nos representan, representan a sus respectivos jefes de filas, a los secretarios generales de sus respectivos partidos.
Si tuvieran criterio propio sería impensable que todos respondieran como un solo hombre a las propuestas que se producen en el parlamento. En el momento presente no pareces sino que la inminente sesión de investidura no sea sino otra nueva tomadura de pelo; la voz del portavoz del PP vale 120, la del de Ciudadanos, 40, 90 la del del PSOE, etc, etc. Y si alguno expresa su posible y hasta probable criterio disidente, multa al canto. Esto ni es democracia ni nada que se le parezca; nuestros parlamentarios no nos representan a nosotros, sino a sus partidos.
Por eso se dice con toda desverguenza que las actas de diputado, o de concejales no son del diputado o del concejal sino del partido que lo incluyo en sus listas; como la ley estima por el contrario, que el acta es del individuo, al disconforme que se expresa con criterio propio se le llama, con animo injurioso, tránsfuga; lo ideal es que todos fueran tránsfugas, es decir personas con propios pensamientos y exentas de argumentaríos.