viernes, 1 de agosto de 2014

TRANQUILO, JORDI

EL caso PUJOL es un gran escándalo más entre los ya muy numerosos grandes escándalos de la corrupción nacional.

A bote pronto se me ocurre una maldad.

El caso me hace recordar aquello del Lazarillo de Tormes tomando uvas de dos en dos del racimo que compartía con su patrón, el ciego. Este supo que Lázaro cogía las uvas a pares porque él, el ciego, las cogía de tres en tres y  el lazarillo no protestaba. Muchos por debajo de ex honorable debían estar tomando de dos en dos las uvas de la cosa pública y muchos de mayor rango las estarían tomando de cuatro en cuatro. Así que nadie protestaba. Primero abdica el rey y al poco se confiesa  don Jordi. ¿Recuerdan aquel famoso “tranquilo, Jordi” del 23 F?

 


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