Es preciso ser suficientemente estúpido para desacreditar
una protesta ciudadana apelando a los muchos que no han protestado.
Algo así como si tras los desórdenes y matanzas en la plaza
de Tianamen el mandamás de aquel país hubiera apelado a los mil millones de
chinos que no habían estado manifestándose en Pekín. Sencillamente estúpido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario