Ahora, con las cuentas de Bárcenas, llegamos a saber que los
más honestos del PP (García Escudero, Del Burgo por ejemplo) se valían de los
fondos del partido como fuente para la obtención de préstamos a fondo perdido o
sin interés alguno. Práctica que, en el colmo de la falta de ética pública, se
pretende presentar como absolutamente legal y honesta. Vivir para ver.
De los menos honestos más vale no hablar. Sólo una cosa me llama la atención. ¿Por qué esa obsesión por no pagarse los trajes y las corbatas?. ¡Que vergüenza
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