Hay quien repite con aburrida machaconería que la corrupción
no implica a todos los políticos sino a unos pocos; dicen que la clase política
está sana, que no podemos condenar a todos por lo que hagan unos pocos…
Pero si en un colectivo de, pongamos, cien mil individuos se
produjeran trescientos casos de contagio por hepatitis C, seguramente se
produciría una alarma sanitaria de grandes proporciones y ese colectivo sería
puesto en cuarentena para que no inficionara al resto de la sociedad.
Hay 300 políticos imputados por corruptos. No se trata de
fusilarlos a todos, pero si de que alguien haga algo para que esa mala práctica
no se extienda más y, cuando menos, que aísle a los ya contaminados en una
adecuada leprosería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario