Me gustaría intentar poner un poco de orden en este guirigay
de patio de vecinos en que hemos convertido el problema catalán. Veamos lo que
proponen los cuatro partidos más votados en las pasadas elecciones genrales.
El PP no quiere la secesión de
Cataluña pero no pretende hacer nada sino aplicar la ley.
El PSOE no quiere la secesión de
Cataluña y quiere remediar el problema mediante una reforma
constitucional que contemple la creación de un estado federal.
CIUDADANOS no quiere la secesión de
Cataluña y quiere remediar el problema mediante un referéndum a nivel
estatal para que todos nos pronunciemos sobre el tema.
PODEMOS no quiere la secesión de
Cataluña y quiere remediar el problema mediante un referéndum a nivel
sólo de Cataluña para que sean los catalanes los que se pronuncien sobre el
tema.
Si analizamos con cuidado lo que proponen CIUDADANOS y
PODEMOS vemos que son la misma cosa. Supongamos que se hace un referéndum a
nivel nacional y resulta que en el global del estado, sin contar a Cataluña, un
95% ha votado en contra de la secesión de Cataluña, pero el resultado en
Cataluña ha sido que el 80% ha votado por la secesión. ¿A que escenario nos
conduce este resultado?
A una escena en la que nos encontramos con un territorio
bien delimitado en donde positivamente se sabe que el 80% de los electores con
derecho a voto no quieren seguir formando estado con España. Esto representa unos cuatro millones de adultos que, frente a
un millón de contraria opinión, son partidarios de la secesión de su región. Indudablemente
se les puede obligar por la fuerza y bajo el imperio de la legalidad vigente a
permanecer unidos al estado, pero cuando una nación mantiene un territorio
anexionado en contra de la significativa mayoría de sus habitantes eso es
colonialismo puro y duro. Esta situación tendría mal encaje en la convivencia
nacional e internacional de España.
Por ello, si consideramos que todavía hoy los partidarios de
la secesión en Cataluña no constituyen una mayoría, resultaría muy conveniente
hacer ya un referéndum, bien con la fórmula de Podemos, bien con la fórmula de
CIUDADANOS. Si por el contrario creemos que la mayor parte de los catalanes
desean la secesión cabría preguntarse acerca de lo ético de mantenerlos a
nuestro lado.
Si un marido hiciera eso con su esposa, si la mantuviera por
la fuerza a su lado, se haría insoportable para la actual mentalidad social.