viernes, 26 de agosto de 2011

ABUSIVA PRÁCTICA BANCARIA

Decía que iba a explicar la naturaleza verdadera del delito que han cometido los bancos al conceder préstamos hipotecarios en una cuantía que superaba con mucho el valor real del bien hipotecado, y al no haber estado vigilantes para renovar las hipotecas tan pronto como el valor de tales inmuebles perdía un 20% de su valor inicial de tasación. Delito porque no pueden argüir inexperiencia, impericia o negligencia, sino que han actuado con la premeditación que se tiene cuando se sabe la impunidad de sus prácticas irregulares que en los tiempos de bonanza pasados les reportaban ganancias exuberantes y en los actuales malos tiempos piden y consiguen el auxilio de todos. Su delito ha sido crear demasiado dinero de una nada prácticamente infinita. Era magnífico crear dinero con el que conceder créditos a los promotores de viviendas, era magnífico crear dinero para conceder créditos a los compradores de esas viviendas, Era magnífico conceder los préstamos por el 100% del valor de la tasación y a veces por el 120%, todo era magnífico mientras todos cumplieron con los plazos de amortización, los intereses eran exuberantemente jugosos, los bancos, cada año, aumentaban sus ganancias de un modo excesivamente sorprendente. La gente no tenía necesidad de ir a los bancos a solicitar un préstamo hipotecario, eran los bancos los que rivalizaban para ofrecer más y mejor. Los préstamos creados superaban ampliamente el valor de los bienes hipotecados; como los créditos se daban de vobilis vobilis la demanda de casas crecía sin cesar; como la demanda aumentaba los promotores proliferaron como setas en el bosque, cualquier indocumentado se metía a promotor inmobiliario y muchos más saturaron el oficio de gestor inmobiliario; la gente prometía pagar lo que se le pidiera y los precios de las casas subían hasta las nubes. Muchos adolescentes dejaban los estudios para meterse a peón de albañil y fardar con su moto, su cadenita de oro y algún que otro piercing. Era Jauja. Se empezó a hablar de una cosa llamada burbuja inmobiliaria que algún día tendría que explotar… hasta que un día todo se fue al carajo. No voy a repetir el transcurrir de la crisis económica en la que estamos metidos hasta el corvejón… Pero de todo ello fueron los bancos los que propiciaron saltándose las normas hipotecarias a la torera, el derrumbe de todo ese falso tinglado de bienestar,
Su delito fue crear más dinero del que podían honradamente crear. Algún colega bloguero ( http://www.visionacional.8m.com/rich_text_9.htmllos) los ha calificado como falsificadores de moneda. No se. Lo que a mi me parece es que deberían recibir una sanción que les hiciera daño de veras. ¿Qué tal intervenir o nacionalizar a todos los bancos que hubieran incurrido en este tipo de prácticas?.

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