Hoy me ha llegado, con cierto retraso, un e-mail en el que se instaba a les andaluces a perder su miedo a la derecha y dieran su voto al PP de Javier Arenas.
No diré cual ha sido el sentido de mi voto; es secreto. Sin embargo quiero reflexionar acerca del e-mail recibido.
Es obvio que su remitente era alguien de derechas; eso ponía de manifiesto una tremenda incongruencia: Alguien instaba a la ciudadanía en general a votar aquello que temían. Es como si un zorro dijese a las gallinas:”se que me tenéis miedo, pero dejadme entrar en vuestro gallinero. Prometo no comeros”
El zorro debería saber que las gallinas no pueden vencer su miedo al zorro porque acaba por comerlas; lo saben.
Otra cosa es que hubiera dicho: “Gallinas, me he vuelto vegetariano. Dejadme estar con vosotras”.
Es dudoso que le hubieran creído, pero por lo menos sería una apuesta más inteligente. Claro que un zorro vegetariano es poco creíble, perderia su esencia de zorro, pero podría haber convencido a algunas de ellas; convencido a las suficientes para lograr su propósito de entrar en el gallinero. Una vez dentro… ¿quién podría oponerse a su voracidad?
Les votantes del PP se irritan soberanamente porque la gente le tenga miedo a la derecha; Yo creo que sería mejor que, en vez de regodearse en su enojo, optaran por preguntarse honradamente la razón por la que la gente le tiene miedo a la derecha. A lo mejor así podrían poner de verdad remedio a los males de nuestra nación.