COLOCAR DEUDA PUBLICA

COLOCAR. prnl. col. Hacer que otro soporte una carga o molestia, endilgar:
me colocaron un billete falso.

Con demasiada frecuencia oigo la noticia de que el estado español ha logrado colocar tal o cual cantidad de bonos del tesoro a uno u otro interés. No me imprtan ni la cantidad ni el interés al que se hayan colocado. Más aún, a veces se comenta como un tremendo éxito que se ha conseguido colocar el doble o el triple de lo que se había solicitado en un principio.

Me llama la atención, en primer lugar, la mucha frecuencia con la que el estado pide dinero prestado a los mercados. Uno, en su indudable ignorancia, pensaba que el estado pediría prestado cuando proyectara llevar a cabo una obra pública de muy grande envergadura. Como no tengo noticia alguna de que se esté, proyectando este tipo de obras, pues me alarmo; pienso que se está pidiendo prestado a los mercados para pagar los intereses de lo que ya les debemos. Pedir prestado para pagar intereses de lo que se adeuda es una espiral que lleva naturalmente a un incremento continuado de la deuda, a una mayor cantidad de intereses a pagar y, consiguientemente, a un traslado de renta generada desde los que la han generado a los acreedores del estado.  Es decir, desde el factor trabajo al factor capital. Cuando en una economía ocurre eso es preciso, es ineludible, amortizar la deuda como sea, comenzando por enajenar todo cuanto patrimonio meramente suntuario haya disponible en manos del estado. Me refiero, por doloroso que pueda ser, por ejemplo a la pinacoteca del museo del Prado y demás cosas por el estilo. Yo también lo siento, pero es necesario antes de seguir acumulando deuda sobre deuda.

Me llama también la atención de que si se va a los mercados a pedir cien y se ve que los mercados están dispuestos a darnos doscientos, se acepte ese endeudamiento de por más y se le considere un exitazo.

Y finalmente, ya con cierto tono de coña, es el verbo que se utiliza para dar las noticias a este respecto. Se dice que el estado ha colocado bonos del tesoro por valor de cuatro mil millones de euros. O sea, hablando coloquialmente, que es como verdaderamente nos entendemos las personas, es como decir que el estado español le han endilgado esa cantidad a los mercados. No está  bonito.