Me eduqué en un colegio religioso. Básicamente mis creencias son cristianas aunque comenzaron siendo católicas.
Con el paso de los años me he ido adhiriendo cada vez más a la doctrina que predicó Jesús "El Nazareno" e importándome cada vez menos los, a mi modo de ver absurdos, dogmas y ritos de las iglesias que han prosperado a su sombra.
Importa más llegar a amar al prójimo como a uno mismo que creer que dios es uno y trino.
Por querer impregnar la sociedad de lo primero han muerto muchos creyentes, Jesús el primero hace dos mil años, monseñor Romero hace relativamente poco tiempo.
Por querer imponer lo segundo muchos creyentes han matado, los inquisidores, por ejemplo.
Mis vibraciones existenciales más están con aquéllos que con éstos.
No estoy dispuesto a matar ni siquiera a proscribir de mi entorno al que se niegue a creer como verdad que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, que Jesús resucitó de entre los muertos aunque un llamado santo, Saulo de Tarso, dijera aquello de que su fe sería vana si Cristo no hubiera resucitado, ni que María fuera concebida sin mancha de pecado original ni que subiera en cuerpo y alma al cielo.
Más aún, tampoco si no cree que Jesús es el Hijo de Dios ni que María fuera virgen en el parto, antes del parto y después del parto.
Que todo eso sea o no sea cierto, la verdad, se me importa un pito. Pero me duele en lo más hondo saber que hay cerca de dos mil millones (se dice pronto) de (teóricamente) hermanos míos que pasan hambre disponiendo de menos de euro y medio al día (50 euros al mes, pobres mileuristas) para atender a su sustento. Porque esa ingente cantidad de pobres no es algo residual que poco a poco va desapareciendo, sino que es algo que mucho a mucho aumenta con los años.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo papa........
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