Nuestro Congreso de Diputados tiene que hacer unos cuantos nombramientos y se demora excesivo tiempo. Deberían aprender de nuestra santa madre iglesia.
La elección como Papa del pontífice Gregorio X se prolongó durante tres años.
Así que en cuanto juró el cargo dictaminó para futura elecciones papales las reglas de lo que ya conocemos como cónclave.
Los electores permanecerían encerrados hasta que alcanzaran un consenso suficiente.
Si la reunión se prolongaba más de tres días, su ración se reduciría a una comida diaria.
Si duraba más de cinco, sólo pan y agua.
Además los electores estaban suspendidos de sueldo durante el cónclave.
La elección del sucesor de Gregorio X, se hizo en menos de veinticuatro horas. Eso es eficacia.
¿Podrían nuestros diputados aceptar algo parecido?. Me temo que no. Me temo que carecen de la moral necesaria.
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