No se me ocurre poner en duda lo que dice el actual partido en el poder acerca del saqueo que el gobierno anterior hizo de las arcas del estado. Ya no pongo la mano en el fuego por nadie; menos cuando la gente tiene cara de tonto o de sinvergüenza porque la cara, dicen, es el espejo del alma. Cuando en la gobernanza de don Felipe González surgió el caso ROLDAN, uno de mis hermanos me comentó que es que no se podían dar responsabilidades públicas a gente con barba. Me dijo “Fíjate la cara de sinvergüenza y de tonto que se le ve ahora que se ha afeitado”.
Así que no dudo que el gobierno de don José Luís Rodríguez dejó exhausta la hacienda nacional. Seguramente, como los ciudadanos lo sabían, es por lo que no votaron de nuevo al PSOE y, sin fijarse en la barba, le otorgaron su confianza a don Mariano Rajoy. Este y los suyos, sin embargo, debieron ser los únicos que no conocían el estado de las finanzas en España; por lo que cuentan se han llevado la sorpresa de su vida. Uno no se explica que alguien se ofrezca voluntario para llevar a cabo un trabajo del que no conoce los datos más importantes. En la licitación electoral por el gobierno de España, don Mariano Rajoy presentó unas líneas de actuación que convencieron mayoritariamente al electorado que fue a votar; los ciudadanos creyeron que don Mariano sabía el problema con el que se iba a encontrar, que no era otro que el resultado de una muy mala gestión económica del gobierno anterior, Ya digo que eso es algo que no pongo en tela de juicio.
Lo malo es que ahora resulta que lo que don Mariano creía saber no era verdad; resulta que no estaba bien informado del alcance del problema con el que se iba a enfrentar, creyó que el dolor se le quitaría al enfermo con unos masajes de linimento dados como Dios manda y con sentido común y se ha encontrado con que tiene que ponerse la bata de cirujano. Lo malo es que un masaje mál dado no es demasiado grave; a lo mejor no cura, pero tampoco mata; eso es lo que hacía don Jose Luís, pero un cirujano inexperto o ignorante puede, si no te mata, dejarte minusválido para los restos. Por favor, llamen a un médico, convoquen nuevas elecciones y que los que se presenten sepan con lo que se van a encontrar y, en consecuencia, sepan lo que hay que hacer. Mientras tanto no siga cortando y recortando, que la cosa luego no tiene remedio.
Pero todo esto no es lo peor. Lo pésimo es que estoy absolutamente equivocado. Claro que el PP conocía la horrible situación financiera que nos presentan ahora como novedad. Por lo menos podían haber intuido algo al ver subir aceleradamente la prima de riesgo de nuestra deuda. ¿Creían que las cuentas amañadas de las autonomías, diputaciones y ayuntamientos en donde gobernaban eran sólo cosa de ellos? España entera conocía la corrupción galopante desde Finisterre a Gibraltar e islas adyacentes y remotas. Claro que lo sabían, de pe a pa. Pero la rapiña de la plagas de langostas es infinita. Aun quedaba mucho que aprovechar en la carroña que dejaban don José Luís y los suyos. En donde ha entrado un ratero y se ha llevado cuatro maritatas es muy tentador entrar y llevárselo todo; el ratero tiene la culpa de lo que falte.
Al ciudadano medio, me incluyo, le marean los cuartos contados en miles de millones de euros. No sabemos si es mucho o poco destinar veinte mil millones de euros a recapitalizar Bankia (por cierto, don Rodrigo Rato también se dejó crecer la barba). Este hecho permite que, aun siendo acertada la medida de apoyar a la banca, se estime por más un poco, es decir se estimen, por ejemplo, dos mil millones de euros por encima de lo necesario; unos eurillos que diría don Mariano que es un hombre con toda la barba. Dos mil millones equitativamente repartidos entre veinte conocedores del caso, dan para que cada uno se lleva calentitos cien millones; es una buena tentación para proceder así. Decía mi abuela Pepa : “Piensa mal y acertarás”. Padre nuestro por su descanso eterno.
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