El invento bélico más peligroso para la humanidad como tal, no es la bomba atómica sino toda esa pléyade robótica que se irá adueñando a pasos agigantados del campo de batalla en los años venideros. Armas autónomas, diminutas y letales que , una vez programadas adecuadamente, se introducirán en en el escenario bélico y eliminarán lo enemigo sin ser detectadas tan siquiera. Seguramente así se ahorrarán vidas humanas; en los enfrentamientos militares habrá muy poca gente y muchísima cosa hostil. Lo malo es que en esas contiendas no habrá una línea de frente al estilo de las guerras anteriores; esas cositas andarán por todas partes, como las cucarachas o las ratas.
Y una vez inventadas, como ha sucedido con todo lo inventado para la guerra, se aplicarán a tiempos de paz. Serán muy útiles a los gobiernos para el control de sus propias poblaciones. Es así como llegaremos a un mundo feliz si no tenemos suficiente inteligencia y sentido ético para poner fin a esta locura.
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