LA BOLSA

Los valores en el mercado bursatil suben y bajan contínuamente. Alguien podría comparar esa alternacia eterna con el latido del corazón de la economía que lanza una y otra vez su corriente de sangre vivificadora por todos los rincones del tejido productivo. Es una imagen idílica y poética; pero no es verdad. Esa alternancia eterna de la Bolsa es más bien como la de una bomba aspirante-impelente. Se bombea dinero desde los pobres a los ricos; es una forma civilizada de cobrarse los diezmos y primicias del sistema feudal, un sistema mucho más sofisticado y eficaz.