Afortunadamente para ellos, los norteamericanos dilucidaron hace más de un siglo la forma de gobierno por la que se rigen; tras haber superado la tentación confederalista. Desde 1865, los USA se conforman como una federación de estados.
En Europa, por el contrario, desde que cayó el imperio romano no hemos hecho sino groseros intentos imperiales para formar una sola nación europea. Desde hace siglos hemos solventado nuestros problemas de convivencia a base de mamporros cada vez más sonados y sonoros; el siglo pasado nuestras rencillas internas concluyeron en dos guerras de carácter mundial.