miércoles, 16 de noviembre de 2011

DE NADA VALE APRETARSE EL CINTURÓN

Para empezar una cosa curiosa: la decisión de crear una moneda única para Europa fue acogida….

… con satisfacción por los conservadores americanos y por los izquierdistas ingleses.
Aquellos veían la ocasión pintimparada para volver a algo parecido al patrón oro.
Estos veían la ocasión de implantar el socialismo en toda Europa.

… con recelo por los izquierdistas americanos y por los conservadores ingleses.
Aquellos temían, con razón, la debacle que podría seguir al privar a un número grande de naciones de la capacidad de aplicar su propia política monetaria ante casos de crisis.
Estos temían que fuera el primer paso para implantar el socialismo en toda Europa.

Ahora veamos las lecciones que se pueden sacar de esta crisis con el euro en trance de naufragar,

Se hacen dos afirmaciones que son completamente erróneas:

1ª. Los problemas europeos reflejan el fracaso del estado del bienestar.
2ª. La solución a la crisis pasa por una política de austeridad en el gasto público.

Con la primera falsedad se quiere hacer creer que los países europeos en crisis lo están porque están abrumados por los cuantiosos gastos públicos en servicios sociales. Sin embargo es conveniente considerar que:
            El primer país europeo en gastos sociales, Suecia, no sólo no está en dificultades sino que es el único cuyo PIB es ahora más elevado que al principio de la crisis.
            El segundo país europeo en gastos sociales, Alemania, tampoco parece estar en mala situación sino todo lo contrario.
            Bueno, Canadá con un servicio de salud gratuito y universal y con un gasto social mucho más elevado que su vecino del sur, está gestionando la crisis con mucho más éxito que Estados Unidos.

Con la segunda falsedad se quiere aplicar el tópico de la “necesidad de apretarse el cinturón” si no se quiere acabar como Grecia o Italia por ejemplo. Sin embrgo consideremos lo siguiente:

El motivo principal para determinar la famosa ahora “prima de riesgo”, no es el volumen de lo que se adeuda, sino si, llegado el caso, un estado tiene que la posibilidad de financiar su deuda en su propia moneda o no. Japón está mucho más endeudado que Italia, pero Japón se financia en su propia moneda al 1%, mientras Italia lo hace al 7% por financiarla en euros. Las `perspectivas fiscales del Reino Unido son  peores que las de España, pero mientras ésta se financia en euros al 6%, el Reino Unido lo hace en su moneda al 2%. USA. Que financia su deuda en dólares, su moneda, no tiene los problemas de Europa incapaz de aplicar una política monetaria y fiscal común por su dependencia del euro, su moneda, pero una moneda ajena a todos los países que lo comparten, Una paradoja absurda. De facto, es algo parecido a haber adoptado de nuevo el patrón oro.

Con esta falta de autonomía en la política económica, Italia y España se han visto obligadas a comportarse como lo habría hecho un país tercermundista para hacer frente a la crisis, se han visto forzadas a financiar su deuda con una moneda sobre la que no tienen ninguna potestad. Este modo de financiar la deuda, si que pesa como una losa sobre la economía de un estado, no el gasto que pueda hacer en servicios sociales como educación o sanidad.

Nos queda ahora considerar si la recomendada política de austeridad de gasto tan alabada y tan de moda estos tristes días, puede aparecer como un buen antídoto ante la recesión. De los países europeos con dificultades financieras, hay uno al que podemos considerar el niño bueno de la clase; ha hecho todos los recortes que le han exigido con estricta severidad; ello. Me refiero a Irlanda que, sin embargo, no ha logrado congraciarse cono los “mercados”; su “prima de riesgo” está ahora en el 8%, todavía peor que Italia. De nada les ha valido a los irlandeses apretarse el cinturón. Otro gallo les hubiera cantado si hubieran conservado la libra irlandesa…










1 comentario:

Carmen Clara dijo...

Totalmente de acuerdo papá.