Recordé el III Reich de Hitler y vi de nuevo al general Guderian aplicando la guerra relámpago en el frente de Francia; pero esta vez no era Hitler el Führer de Alemania, sino Angela Merkel. Los tanques habían sido sustituidos por euros y los aviones por bancos; una locura.
Luego me he detenido a reflexionar acerca de este pensamiento aterrador, acerca de este locura.
Veamos como se está produciendo la expansión hegemónica de Alemania bajo el liderazgo de esta señora Merkel.
Hasta este año pasado, 2010, Alemania no liquidó la deuda contraída como reparación por los daños de guerra producidos en la PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918), es decir, ha tardado cerca de un siglo en cumplir ese humillante dictado que supuso el tratado de Versalles, siempre considerado por los alemanes como un trato injusto del que han intentado zafarse por todos los medios:
Primero con la atroz devaluación de su moneda que los abocó a un período de miseria para poder hacer frente a los 400.000.000.000 de dólares actuales que habrían de pagar como reparaciones de guerra. Son muchos ceros ¿verdad? No es raro que hayan tardado cien años en hacerlo.
Segundo con el ascenso de Hitler al poder y el consiguiente recurso abierto de no considerar válido el tratado de Versalles. Fue el primer intento de revancha por parte de Alemania y trajo como consecuencia la segunda guerra mundial y otras muchas atrocidades. Nuevamente Alemania fue derrotada y no consiguió zafarse de la deuda.
Tercero, pasando por la tira y abonando en su totalidad las indemnizaciones de aquella ya casi olvidada guerra.
Es decir casi un siglo de humillación con el consiguiente resentimiento, quizás inevitable por otra parte.
Ahora parece que está intentando una segunda revancha. De alguna manera quiere resarcirse de los más de cuatrocientos mil millones de euros (valor de 2010) que siempre ha considerado como un despojo ilícito de su riqueza.
El modo en el que pretende ajustar las economías dispares de la zona del euro a su particular interés está acabando con estados enteros que se resisten como pueden a ser de nuevo subyugados por este cuarto reich. Es una resistencia inútil hasta ahora porque los países atacados, con la honrosa excepción de la pequeña y lejana Islandia, no se han dado cuenta de que están siendo agredidos de acuerdo con un plan. Se figuran que los males económicos a los que se enfrentan son resultado de las ciegas fuerzas de los mercados y, encima, tienen la mala conciencia de no haber sabido hacer frente a esta crisis financiera. Mucho me temo que este IV Reich de Angela Merkel va a durar más que el III Reich de Adolfo Hitler.
Si todo esto es falso, si todo esto son sólo fantasías de mi mente,si todo esto no es así, habrá que considerar que la señora Merkel es, a la luz de lo que dice Paul Krugman en mi comentario de ayer, una imbécil total que no va conseguir sino degradar a Europa por completo.
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