FERNANDO VII |
950 mil millones de euros.
Este es el monto aproximado se la deuda nacional española.
950.000.000.000 euros.
Si la dividimos por tres, resulta una cantidad aproximada de 315 mil millones de euros.
¿A cuento de que vienen estos cálculos?
Vivian Leigh estaba insuperable en aquella escena en la que representando a Scarlett O`Hara ponía a dios por testigo de que nunca más volvería a pasar hambre.
¿A cuento de que viene esta escena?
Carlos IV murió en el exilio y en la miseria recibiendo las ayudas económicas de su buen vasallo Godoy; entre tanto su hijo Fernando VII era rey de España y pensando, seguramente, en la patética situación de su padre decidió que, caso de que a él le ocurriera algo semejante, no tendría necesidad de nadie para seguir viviendo como un rey aun cuando tuviera que exilarse de su patria. Para ello se dedicó afanosamente a procurarse una fortuna que fue depositando en Inglaterra y a su nombre. Como Scarlett O`Hara puso a dios por testigo de que él no pasaría penurias de ningún modo.
“Carlomarde, el más dócil y obediente de sus servidores, le proporcionaba cuanto dinero le pedía, sacándolo de los fondos de su secretaría o haciendo que le cayera el premio mayor de la lotería u obligando a los obispos ricos a que aprontaran las sumas, a veces crecidísimas, que les exigía” [1]
No tuvo que exilarse, murió ocupando el trono de España. De todos modos su fortuna personal en un país extranjero ascendía ya por entonces a 500 millones de reales.
Podemos hacer una idea de lo que representaba esa cantidad de dinero en esa época comparándola con el monto de la deuda nacional de entonces: 1,800 millones de reales aproximadamente [2]. Es decir, la fortuna personal del rey representaba un tercio del total de la deuda nacional. Algo así como si nuestro rey hubiera hecho algo parecido y tuviera en alguno de los muchos paraísos fiscales algo así como 300 mil millones de euros; cantidad que resulta de dividir por tres el monto total de la deuda nacional actual.
Ese pedazo de fortuna, que diría Chiquito de la Calzada , pasaría en legado a sus descendientes junto a los derechos al trono de España y, debidamente administrada, podría haberse ido manteniendo por lo menos su valor actualizado a tenor de los tiempos. Así podría haber ido pasando consecutivamente a su hija, Isabel II, a su nieto Alfonso XII, a su biznieto, Alfonso XIII, lo que explicaría el dato aportado por Pilar Urbano [3] sobre la financiación del Glorioso Alzamiento Nacional [4]
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